martes, 29 de abril de 2008

9 razones por las que tu gato te quiere.

- Porque les das de comer. Los gatos son unos excelentes gourmets y , por supuesto, adoran la comida. Si no fuera por tí, tu gato tal vez pasaría hambre y, sobre todo no tendría esos trocitos de jamón de york tan deliciosos que sueles darles.

- Porque mantienes limpia la bandeja de arena. Como sabes, los gatos son unos animales sumamente limpios y aprecian considerablemente el trabajo que realizas manteniendo impecable su cuarto de baño.

- Porque eres un gran compañero. Invierno o verano, cansado o no, siempres estás ahí, dispuesto a jugar con una cuerdecita, una bola de papel u otro improvisado juguete.
- Porque eres un mueble muy confortable sobre el que estar (o incluso dormir). De hecho, eres un hotel de lujo comparado con los demás sitios de la casa donde se podría descansar. Nada como tus rodillas.
- Porque les proporcionas un hogar. Cuando está lloviendo ahí fuera, tu gato se compadece de los otros pobres animalillos que no tienen donde cobijarse de las inclemencias del tiempo. En cualquier momento, siempre habrá un rincon de tu casa donde pueda ponerse a dormir a gusto. ¡Todo un lujo!
- Porque eres más grande que un perro. Y casi siempre estás cuando te necesita, dispuesto a defenderle de esos antipáticos grandullones. Sobre todo en las eventuales visitas al veterinario, donde no suele faltar un enorme perro peludo esperando su turno.
- Porque siempre sabes dónde rascarle. Detrás de las orejas, en la barriga, en el morro, tu gato adora las formas en que le rascas, lo aprecia y te lo hace saber con esa cara de satisfacción que solo él sabe poner.

- Porque siempre contestas. Cuando ellos dicen "miau", tú siempre sabes decir las palabras adecuadas en el momento más oportuno.
- Porque le amas. Esta es la principal razón, que resume y engloba todas las anteriores. Tu gato te quiere a tí porque tú lo quieres a él.

martes, 22 de abril de 2008

Encontrar un gato perdido.

Por muy bonito que nos lo cuenten, lo cierto es que la llegada de un gato nuevo al hogar donde ya hay otro que es dueño y señor de la casa no suele ser precisamente un camino de rosas. Hay, sin embargo, unas pautas a seguir que nos pueden facilitar la labor de hacer las presentaciones:

- Ten mucha paciencia. Esa es la regla fundamental y la más importante, aunque también es la que se olvida más fácilmente.
- Si vas a traer un gato nuevo a casa, elige cuándo. Las vacaciones son un buen momento, en el que vas a tener tiempo de estar presente esos primeros días, que por ser los más complicados, no deberían estar solos.
- Antes de que el nuevo gato pise siquiera la casa, llévalo al veterinario para que evalúe su estado general de salud. Piensa que puede ser portador de enfermedades, algunas muy graves, que podría contraer tu otro gato.
- Pide consejo y elige el sexo del nuevo gato. Si bien dos gatos del sexo opuesto pasarán por alto muchos problemas de rivalidad, un macho y una hembra juntos nos darán muchos quebraderos de cabeza en épocas de celo, o hasta que estén castrados.
- También tienes que prever las necesidades del gato. Necesitará una escudilla y un bebedero para él solo, aunque podrá (si ambos quieren) compartir el cajón de arena.
- No te pongas nervioso ni fuerces la situacíon. Las disputas, garantizadas los nuevos días, normalmente se resolverán por sí solas, aunque es necesario estar atento para evitar heridas ocasionadas durante las eventuales peleas. En tal caso, intenta separarlos, pero nunca los castigues.

viernes, 18 de abril de 2008

¡Se están peleando de verdad!

En líneas generales, una pelea entre gatos no es un asunto nuestro. Teóricamente , deberíamos dejarles decidir sus propias cuestiones, en el convencimiento de que sabrán resolver sus diferencias territoriales. Sin embargo, a veces las peleas violentas desembocan en accidentes más o menos graves, tanto para los propios animales como para nosotros mismos.
He aquí algunos consejos que nos ayudarán a saber cómo actuar en este tipo de situaciones:
- En la medida de lo posible, lo ideal sería dejar que los contendientes diriman sus propios asuntos.
- La primera regla: la prevención. ¡Esteriliza a tus gatos! un gato esterilizado será meno territorial y esta simple operación contribuirá a reducir drásticamente el nímero de conflictos.
-Recorta las puntas de las uñas delicadamente, de este modo habrá menos posibilidades de que las peleas acaben en tragedias griegas.
- ¡No intentes separarlos con tus propias manos!, trata de interponer un objeto entre ellos, como una silla. En el momento en el que te sea posible, deja a uno de los gatos aislados en una habitación hasta que notes que se ha tranquilizado. Notarás que esto ocurre porque maullará suavemente o, simplemente, se tumbará en un rincón a esperar acontecimientos. Y, sobre todo, como siempre observa su lenguaje corporal.
- ¿Una breve rociada de agua? Cuando están tan embebidos en su disputa, no parece que les haga demasiado efecto. Les sorprenderá más y tal vez les disuada más eficazmente un ruído seco, como un golpe dado con un periódico doblado, un pitido, etc.
-No intentes separárlos a gritos. Los gatos son muy sensibles a tu propio estrés, y si gritas, lo más probable es que se pongan más nerviosos y aumente la tensión entre ellos, consiguiendo el efecto contrario al que pretendíamos.
- Y por último, aunque parezca una obviedad, no tengas demasiados gatos. Na hay que olvidar que cada gato necesita su propio espacio vital. Si cada animal dispone de su propio "retiro" individual, los conflictos disminuirán.

martes, 8 de abril de 2008

LAS PELEAS ENTRE LOS GATOS.

Si tenemos dos o más gatos en casa, sean machos o hembras, pronto podremos de observar que, en vez de paz y arrumacos, en algunos momentos los gatos se enzarzan en una especie de guerra feroz y aparatosa. Las consecuencias no suelen ser dramáticas, pero conviene conocer el origen de este comportamiento, así como algunas directrices para evitarlo en la medida de lo posible.

¿Es realmente una pelea o solo es un juego?

Alrededor de la tercera semana de vida, los gatitos descubren el juego. Más o menos tres semanas más tarde, sus técnicas están tan refinadas que, en ocasiones, sus actividades adquieren gran virulencia. En el cachorro, el juego social es fundamental para aprender a relacionarse con los de su propia especie y adquirir experiencias que serán muy valiosas en la vida adulta.
En el caso de gatos domésticos el juego es, además, una válvula de escape para liberar las tensiones causadas por comportamientos reprimidos, tales como la caza.
Así pues, debemos de saber que mucha de las peleas con las que nos vamos a encontrar son solo juejos, ahora bien ¿cómo diferenciar un inicente juego de una pelea en toda regla? Atendiendo al lenguaje corporal del gato (pupilas dilatadas, piel erizada, posición de las orejas y de la cola...) conseguiremos diferenciar estos dos comportamientos.

viernes, 4 de abril de 2008

Bienvenida al blog.

Este blog va a ir sobre los gatos, se hablará de cosas muy curiosas que hacen los gatos.
Lo he hecho sobre este tema porque son mis animales preferidos; son cariñosos, juguetones..... en definitiva,son unos animales que suelen gustar mucho.
Espero que te guste y que disfrutes de la información y de las fotografías.
Déjame un comentario para ver qué te ha parecido.